Las Cosas De Altisidora

Todas estas malandanzas te suceden, empedernido caballero, por el pecado de tu dureza y pertinacia; y plega a Dios que se le olvide a Sancho tu escudero el azotarse, porque nunca salga de su encanto esta tan amada tuya Dulcinea, ni tú la goces, ni llegues a tálamo con ella, a lo menos viviendo yo, que te adoro.

Leído en ADV 28/10/2009

Filed under: Genios — altisidora @ 13:22
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En Internet hay una web fantástica en la que la gente incluye anécdotas de su vida que logran acabar con un buen día, una buena semana o, incluso, el resto de sus vidas. A veces aparecen cosas realmente duras y difíciles de digerir, pero en la mayor parte de los casos son momentazos simpáticos y ocurrencias de las personas que nos rodean a todos que nos hacen pensar que nuestra vida apesta a veces.

 

Muy recomendable para echarse unas risas: http://www.ascodevida.com/

Los que más gracia me han hecho hasta la fecha (sigo la página desde hace algunos meses) son estos dos:

Hoy, estaba corriendo en la cinta del gimnasio cuando pegué un salto grandísimo y me fui arrastro por el suelo debido a un grito que me asustó. Miré a mi alrededor y no había nadie, era una canción del MP3 que estaba escuchando. El entrenador del gimnasio me dijo que lo mío no era normal. ADV

 

Hoy, he visto que estoy perdiendo algo de pelo. Le he preguntado a mi padre si existía alguna solución. Me ha dicho que sí, pero como no tiene tiempo lleva 30 años calvo. Yo pensaba que lo decía en serio, hasta que me ha dicho «Encima de neocalvo eres tonto». ADV

 

 

Sobre el placer de la lectura 08/02/2009

Decía Francis de Croisset que la lectura es el viaje de los que no pueden tomar el tren…pero es algo más que eso: no necesitar pies porque tienes alas para volar, acumular anécdotas en un cajón de nuestros recuerdos, comunicarnos con nuestra propia alma, imaginar nuevos mundos, aprender a pensar y ser libres por ello, convertir el hastío en horas deliciosas, vivir una y mil eternidades distintas, tener un amigo que jamás te dará la espalda, una forma de sentir el infinito, el entusiasmo, la inquietud y por último la melancolía de su final, una forma de conversar con genios ilustres del presente y el pasado, es perder el juicio lentamente, navegar en un océano de conocimiento…es, en definitiva, una pequeña guía a un infinito universo de sensaciones.